.El máximo diplomático iraní efectuó esos comentarios en una declaración emitida tras la negación de su visado para participar en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) en Nueva York, leída el jueves por el representante permanente de la República Islámica ante las Naciones Unidas, Mayid Tajt-e Ravanchi.
Respecto al devastador unilateralismo de EE UU y sus graves efectos sobre las reglas y normas internacionales, Mohammad Yavad Zarif describió el asesinato de los héroes que eran las auténticas pesadillas para los grupos terroristas como el Daesh, como un acto cobarde.
“Desde que el ese régimen estadounidense tomó posesión cada vez ha habido más amenazas y ataques contra el pueblo iraní y otras naciones, en total contraposición con la carta de la ONU, y ahora EEUU, emulando los crímenes de guerra del Daesh se permite amenazar el patrimonio cultural de la milenaria civilización de Irán", criticó Zarif.
El ministro también se refirió al ataque de Irán contra la base militar estadounidense en Irak, insistiendo: "Nuestra acción del 8 de enero contra la base desde la que se lanzó el cobarde ataque contra el mártir Soleimani fue una respuesta proporcional a un ataque terrorista, (realizada) de acuerdo con nuestro legítimo derecho a la defensa y en conformidad con el Artículo 51 de la Carta de la ONU".
En este sentido se refirió a la retirada de EEUU de numerosos importantes acuerdos internacionales, incluido el pacto nuclear iraní firmado en 2015, y sus esfuerzos por castigar a los estados que intentan cumplir la Resolución 2231 y que respaldan inequívocamente el Plan Integral de Acción Conjunta, lo cual supone un hecho sin precedentes y un claro insulto al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El jefe de la Diplomacia persa aseguró que ante tal situación, la pasividad y el sometimiento ante el unilateralismo de EEUU le dará nuevas fuerzas para seguir intimidando, y advirtió: "Para reforzar el multilateralismo, no hay que alentar a los unilateralistas".
La promoción del multilateralismo requiere una firme voluntad política por parte de los gobiernos que esté apoyada por un documento que defienda los valores y principios estipulados en la Carta de la ONU, insistió el canciller, concluyendo: "Y dicho documento debe incluir un compromiso renovado con la Carta de la ONU, la no injerencia en los asuntos internos y externos de los países, así como la prohibición de las amenazas o el uso de la fuerza".
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